Fin del trayecto

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Después de tanto sufrir el famoso jet lag decido pisar firme en uno de los mejores rincones de este mundo. Desde Tarifa a Donosti, desde Mérida a Roses, desde Tenerife a Formentera o desde Ferrol a Benidorm recorro calles y caminos que hacen que me sienta en mi casa.

Un país en la mochila que está repleto de poesía y jaleo, de sal y sudor, de siesta y bullicio, de agua y roble, de corazón, de ocio, arte, sabor, proximidad...

Un lugar que ha sido durante muchos siglos uno de los centros culturales de Europa, dónde en los más perdidos enclaves puedes encontrar monumentos o paisajes extraordinarios ya que es el segundo país del mundo con mayor número de sitios declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Si quieres tienes playas increíbles bañanadas por el mar Mediterráneo, el Cantábrico o el océano Atlántico, ríos magníficos entre los que destaco mi querido Ebro y sistemas montañosos con picos de más de 3000 metros de altitud.

Una tierra en la que los sabores se entremezclan y consiguen que el paladar disfrute en torno a una mesa que sirve de punto de encuentro de amigos, familia...

Podria sumergirme durante muchos minutos en describir este destino, mi destino elegido, sin duda, aunque siento que cada uno lo tiene que ver con sus propios ojos y haciendo camino al andar.



5 ♥ comentarios:

Eva dijo...

Precioso lugar verdad...
Me encanta esa pulsera es una maravilla,felicidades.Besitos

Unknown dijo...

Que bonito post...Es el primer poema que me aprendrí de memoria cuando era pequeña, me gusta mucho Machado.

Feliz finde.

http://www.ochopeces.blogspot.com/

Tracy dijo...

Un puzzle maravilloso de ciudades, sabores y sensaciones: Espaa cañí, OLE.

lulusemua dijo...

Me encanta la entrada, y la pulserita preciosa. Un besito, lulú.

elisa dijo...

Qué bonita la pulsera con solera :)
Será el destino a tierras sureñas? Camina, camina y encontrarás maravillas.
Un abrazo!!

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